Les habitantes de El Chaltén, las asociaciones ecologistas locales, profesionales del centro de salud e investigadorxs del CONICET dan la voz de alarma sobre las consecuencias medioambientales de la sobrecarga turística. En esta pequeña localidad patagónica anidada en el Parque Nacional Los Glaciares, a los pies de los picos más famosos del mundo, la comunidad alerta sobre la contaminación del agua y el desarrollo de bacterias resistentes a los antibióticos causados por la mala gestión de las aguas residuales por parte de la empresa estatal SPSE.
El Chaltén experimenta tensiones y desafíos a medida que el turismo se desarrolla a mayor velocidad de la que pueden modernizarse sus infraestructuras básicas. Este pequeño pueblo del sur de la Patagonia argentina, con su vista única del monte Fitz Roy, es una de las mayores reservas de agua dulce del mundo y un destino turístico en rápido crecimiento.
El Chaltén está situado en el Parque Nacional de Los Glaciares y fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1981 por su espectacular belleza, su importancia glaciológica y geomorfológica y su fauna local en peligro de extinción.
Uno de los problemas más candentes a los que se enfrenta El Chaltén es el estado crítico de su planta de tratamiento de aguas residuales. La capacidad de la planta ha llegado a su límite y, en 2022, justo antes del inicio de la temporada turística de verano, se registraron vertidos de residuos sin tratar en los ríos que bordean el pueblo. Esta situación supone una grave amenaza para la salud pública y la integridad de las masas de agua superficiales de la región.
El Chaltén se encuentra en la encrucijada entre la promoción del turismo sostenible y la necesidad de garantizar la conservación del medio ambiente.
El Chaltén tiene unos 3.000 habitantes y recibe más de 10.000 turistas al día en temporada alta*. Residentes, personal sanitario, asociaciones locales e investigadores locales están preocupados por la total falta de control sobre la contaminación de los ríos Fitz Roy y Río de las Vueltas.
La alerta sanitaria emitida por los responsables del centro de salud advierte de la presencia de bacterias E.coli y bacterias multirresistentes a los antibióticos aguas abajo de la depuradora. El proyecto de investigación titulado "Estudio de resistencia bacteriana a antibióticos en humedales argentinos", desarrollado por Soledad Domínguez y Soledad Esquius, investigadoras de la Universidad Nacional de Mar del Plata, pone de manifiesto el desarrollo de éstas bacterias resistentes a antibióticos en los ecosistemas acuáticos del área protegida. Los indicios de la presencia de cepas de la bacteria E.coli muestran patrones de resistencia similares a los encontrados en ríos fuertemente impactados por la presencia humana, como los ríos bordeados de industrias como La Plata y Luján. Las bacterias detectadas en el agua de la confluencia de los ríos representan un peligro de desarrollo de enfermedades infecciosas, un riesgo tanto para la salud humana como para la biodiversidad.
Hoy en día, los turistas internacionales que visitan el lugar no están informados de los problemas locales, porque se quiere preservar la reputación del sitio. Los franceses son la nacionalidad más representada en la Zona Norte del Parque Nacional de Les Glaciers, con un 20% de los visitantes en 2019**.
Los residentes emprenden acciones legales con la esperanza de que las autoridades actúen
La comunidad de El Chaltén, preocupada por la crítica situación ambiental derivada del mal estado de su planta de tratamiento de aguas residuales, ha presentado un amparo ambiental contra Servicios Públicos Sociedad del Estado, la empresa pública de la Provincia de Santa Cruz a cargo de la planta de tratamiento. La acción judicial reclama el cese inmediato, urgente y definitivo, la restauración y reparación del daño ambiental de los ríos Fitz Roy y Vueltas, ubicados en el Parque Nacional Los Glaciares.
Pero esto sólo fue posible gracias a una extraordinaria alianza de mujeres en primera línea de esta campaña de denuncia. En primer lugar, las investigadoras que desempeñaron un papel esencial en la puesta en marcha de un programa de seguimiento de las aguas de la zona protegida; después, las responsables de conservación del Parque, las médicas, las voluntarias de Boana, las abogadas, las vecinas. Todos utilizando sus medios y recursos para cuidar de su comunidad y su entorno.
El actual contexto político nacional aumenta la incertidumbre en torno a la gestión de este problema de salud pública.
La defensa de los derechos medioambientales y la gestión transparente del agua corren peligro ante las amenazas de desmantelamiento de los Ministerios de Medio Ambiente y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICET) por parte del recién elegido gobierno. Asimismo, el nuevo jefe de gobierno aboga por la privatización de los ríos, a pesar de que Argentina cuenta con más de 8.484 km² de glaciares y una de las mayores reservas mundiales de agua dulce, esencial para el planeta.
La negación del cambio climático y la guerra abierta contra los movimientos ambientalistas alimentan y legitiman todas las incitaciones a desacreditar y violentar a los defensores del medio ambiente en un país donde la naturaleza es vista como un recurso a privatizar, explotar y vender como mercancía.
Como asociación multicultural, feminista y ecologista, aliada con la investigación y la protección de la naturaleza como bien común de la humanidad, nos mantendremos movilizados, solidarios con los movimientos ciudadanos y seguiremos luchando por los derechos sociales y ambientales de las personas, por un mundo justo y por un planeta habitable y preservado.
*Basado en una estimación de la Administración de Parques Nacionales, que registra diariamente el número de visitantes del lugar.
**Sgubini, P. (2018). Informe Indicadores de Sustentabilidad Turística de la Municipalidad de El Chaltén, Provincia de Santa Cruz.